... y hace meses que no entra dinero en casa. Busco y busco pero no encuentro nada. La cosa está bien jodida.
Por las mañanas me voy a la finca, con mi padre, a echar las horas y hacer algo. Al menos sacamos para comer, eso y la pensión de mi padre. Pero siete en casa. Es mucho gasto.
No parece que le importe a nadie. Digas a quien se lo digas se encogen de hombros y nada. Mis hermanos y yo no queremos nada especial, sólo un trabajo.
¡Coño! ¡Un simple trabajo!
Una y otra vez la historia se repite.
Sólo hay que usar los oídos para escuchar.
Sin más comentarios.
(Testimonio que llega a través de los comentarios en el blog.)
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