Trabajando a destiempo (por objetivos)


Trabajar por objetivos

En una reciente conferencia de Carmen Martín, de e-Clética Gestión y Formación, afirmaba no entender como aún podemos seguir atados a un sistema rígido de horario laboral cuando las nuevas tecnologías permiten desempeñar un gran número de tareas a destiempo.

Yo añado, además, que tenemos un horario laboral desquiciante y anti-social en España, alejado del europeo por la tradición impuesta en la posguerra civil. Mientras que la mayoría de los ciudadanos residentes desde el Pirineos hacia arriba terminan una jornada laboral continua a las cinco de la tarde, empezada a las nueve de la mañana, los españoles nos aferramos a un sistema 9-1/4-8 inexplicable.

Trabajar a destiempo es trabajar por objetivos. El trabajo por objetivos se caracteriza por definir unas metas y unos plazos pactados con el cliente, sea interno o externo. De esta forma se flexibilizan los horarios de trabajo y, en la mayoría de los casos, el lugar o el sitio de desempeño de tus funciones. Es hoy, gracias a las tecnologías informáticas y de conectividad que las posibilidades del trabajo por objetivos se han disparado. El límite hoy no es tecnológico sino más bien impuesto por sistemas tradicionales de dirección anclados en métodos factibles hasta hace dos o tres décadas que no han sabido actualizar su currículo de herramientas de gestión.

Trabajar por objetivos te permite asistir hoy a la obra de teatro de tu hija y la semana que viene al partido de tu hijo, es decir compaginar perfectamente vida familiar y laboral. Te permite programar tu calendario de formación continuada y mezclarlo eficazmente con el propio ejercicio profesional. La satisfacción en el desempeño de tus funciones laborales se multiplica y, en última instancia, el tiempo empleado depende de tu propia capacidad. No tienes que invertir tiempo inútil para cumplir un horario ni te obligas a rendir una productividad en momentos en los que tus propios ritmos naturales no están disponibles al máximo.

De hecho, hoy, ese es mi objetivo, trabajar a destiempo. Lo difícil es que quien lo tenga que comprender, lo entienda. Quizás no todo nuestro tejido productivo y empresarial está preparado para cierto tipo de innovaciones y visión del mundo laboral.

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