Esto que escribo ahora es una reflexión inocente, sin intención específica y no pretende sentar cátedra.
Me llama la atención que, sobre todo para muchos jóvenes que no terminaron su formación básica y por lo tanto quedaron fuera de la posibilidad de acceder a una titulación profesional concreta, su único objetivo es trabajar. Nada más, sin mayores aspiraciones, aparentemente, a nivel profesional.
Y esto lo saco a colación por una anécdota, una curiosidad, que me gustaría compartir contigo, sobre todo si tu situación es exactamente esa.
Hace unos días encontré unos pedreros. Donde yo vivo, isla de Tenerife, el pedrero es el experto en levantar muros de piedra, que al contrario de lo que podría parecer, no sólo basta con poner una sobre otra. Levantar un muro de piedra es un arte en el que el pedrero va encajando y haciendo encajar cada piedra para que la simple presión de unas con otras a causa de su peso sea lo que le da fortaleza al muro y, a su vez, la belleza tan característica en el ámbito rural. Los muros de piedra forman parte de nuestra geografía insular tan limitada y se han vuelto a poner de moda de unos años a esta parte. Prácticamente todas las obras públicas se rematan y decoran con muros de piedra.
Y he aquí lo curioso. Prácticamente no hay pedreros en la isla. No me refiero a apañados, sino a artesanos que aprendieron con artesanos y saben lo que se hacen. Insisto, no me refiero a un peón o a un maestro de obra que levanta un muro de bloques y cemento y viste el frente con una cobertura falsa que imita el resultado. No. Lo que se demanda es al artesano y su escasez hace que la esta profesión se haya revalorizado mucho en los últimos años, pese incluso a la grave crisis de la construcción.
El asunto es que tampoco hay renovación en este peculiar perfil de la construcción. Los pedreros son profesionales artesanos. No aprenden en módulos ni en universidades sino de manos de otro pedrero más viejo que transmite su experiencia y su buen saber.
Con esta anécdota quiero transmitirte que la falta de una formación profesional titulada específica no es un límite para poder aspirar a ejercer una profesión. Para ser buceador o monitor de buceo, para ser guía rural turístico o monitor deportivo... y tantos otros perfiles, sólo necesitas ganas, información y comenzar tu propio camino.
Aspira a mucho más que simplemente trabajar. Los límites los estableces tú.
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