No hay recetas mágicas ni fórmulas perfectas para elaborar un currículum vitae, un documento que refleja tu vida profesional y formativa, que se adapte exactamente a lo que necesitas de manera precisa. Y muchísimo menos existe para que además funcione en todas las circunstancias.
Partiendo de esta premisa, intento elaborar una guía paso a paso para desarrollar un buen currículum bajo la premisa de la adaptabilidad.
- Elaborar un documento histórico laboral y formativo con toda la información disponible sobre nuestra trayectoria profesional y nuestros estudios. Al menos cada ítem de este primer acercamiento al currículum debe responder a las preguntas de qué, dónde, cómo y cuándo. Este documento, además, hay que estudiarlo, conocerlo, no dudar sobre su contenido, porque contiene prácticamente todas las respuestas que necesitamos dar a un entrevistador.
- Organizar la información por bloques y de manera cronológica. La preferencia en los últimos años es la de dar mayor importancia a lo más reciente.
- Elaborar un currículum vitae que nos define como profesionales partiendo del citado histórico. Reducir la información, si excede, a dos páginas, teniendo en cuenta de que necesitamos algo de "claridad" (espacios) y "legibilidad" (tamaño de letra 10 a 12, según el tipo usado).
- Si tienes una historia profesional extensa una alternativa en el filtrado es el de limitar una parte de su información, o toda, a los últimos x años. En mi caso, todo el área de formación continua lo limito a los últimos 8-10 años, pero es sólo un ejemplo que se adapta a mis necesidades. Tú deberás establecer tus propias necesidades y tus propias soluciones.
- Establece un orden para tus bloques de información que haga destacar tus potencialidades. Si eres joven y no tienes mucha experiencia, pero tienes una buena formación, tu currículum debería de empezar hablando de esa parte. Si tienes una experiencia valiosa aunque no reconocida con una titulación oficial comienza con el bloque que corresponde a tu experiencia laboral. Si tienes en tu haber ambas posibilidades puedes hacerte la pregunta. ¿Qué deseo que se valore? ¿Qué me identifica más como profesional, mi formación o mi experiencia? Y aunque la respuesta parezca obvia, es distinta en cada caso.
¡Tengo un currículum muy pobre! Pues, amigo mío... ¡eso es una gran mentira! Tienes una experiencia, unos conocimientos y/o una formación que se adapta a unos perfiles laborales determinados. Pongamos un caso. Si para un camarero de hotel se presenta un médico con un currículum de 50 páginas encuadernado, muy probablemente ese pequeño libro acabe en una papelera y el médico sin trabajo. ¡Ojo! ¡No te infravalores ni menosprecies tu historia laboral! ¡Nunca! - Si tu currículum es extenso limita la información al qué, dónde y cuándo (qué puesto ocupaste, en qué empresa y en qué año). Si tu currículum es breve añade el cómo (qué funciones realizastes). En el caso de la formación las opciones para currículum extenso o currículum con poca información serían: la titulación obtenida o la formación realizada -título del curso-, dónde se realizó y año; y en el segundo caso, la misma información pero añadiendo una breve referencia del contenido o el número de horas cursadas.
- Aporta información positiva, evitando en todo momento el uso de negativos (no, nunca). Si hay lagunas en tu currículum, evítalas, pero no mientas. Es decir, si en 2001 trabajé 3 meses, en 2002 4 meses y no fue hasta 2003 que trabajé un año completo, en mi currículum relacionaré los tres puestos indicando sólo el año. No he mentido pero tampoco doy información que me puede perjudicar en una selección. Y además, abrevio y resumo sin perder detalles importantes.
- Ahora queda el paso más decisivo. Primero, repasemos. Tienes ya tu historial laboral y formativo en primera instancia. Ese documento personal que usarás como referencia, que deberás de conocer como reconoces tu propia cara, de memoria y sin dudas, pero que no usarás prácticamente en ningún caso (puede ser útil en un concurso de méritos, por ejemplo). También tienes, partiendo de ese primer documento, tu currículum, ese que te representa y te define, según tus propios criterios, al margen del perfil del puesto al que quieras optar.
Pues ese último paso es el de personalización del currículum. Ese currículum final que hemos elaborado te puede ser útil en una promoción dentro de la empresa, cuando estando trabajando y un tercero te demanda o se interesa para ti, en definitiva. Pero en el caso contrario, cuando nosotros acudimos a un puesto de trabajo ofertado, debemos de elaborar una nueva versión que se adapta a la necesidad concreta del perfil al que se opta, añadiendo o quitando nuestra información a nuestra conveniencia, usando los dos primeros documentos, y siempre tras un estudio previo de la empresa y, si es posible, del perfil por el que se compite. ¿Piden un diseñador gráfico? ¡Habrá que destacar el cursillo de diseño que hiciste hace 3 años! ¡Y los carteles que diseñaste para tal o cual entidad!
Resumiendo este resumen:
- Elaborar una completa historia laboral y de formación (útil en muy pocos casos como, por ejemplo, un concurso de méritos).
- Elaborar un currículum genérico que nos defina como profesionales (útil cuando se interesan por tu perfil).
- Elaborar un currículum adaptado al perfil del puesto de trabajo por el que se compite (¡útil siempre!).
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