Llega a través de un comentario una historia y una opinión sobre el desempleo y la opción final de emigrar en busca de un futuro mejor, rescatado del artículo Cuenta tu historia.
Quiero agradecer al anónimo escritor por compartirla.
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Buenos días, Compañeros de viaje,
Efectivamente, el trabajador que cae en desgracia de quedar en desempleo, no en paro, le cambia la vida en un solo segundo, comienzan los porqués, los ahora que hago, que será de mío, mi familia, hijos, etc...
A continuación viene el vagar por un mundo de burocracia e irracionalidad donde descubres que por el simple hecho de quedar sin trabajo te conviertes en un apestado, sobre todo ante otros trabajadores, funcionarios de todas las administraciones, sindicatos, etc. Donde ves que aparentan el oírte pero sólo esperan que les firmes el clásico papel de haber asistido a la intermediación o al sellado de la tarjeta.
Bien llega el momento que cuando ves que no puedes llegar a fin de mes, pagar tus facturas, hipoteca, empiezas a desesperar, llegas a tomar pastillas para dormir, ansiolíticos, para el dolor de pecho.
Es cuando agudizas el ingenio, buscas alternativas, ahora pago esto, lo devuelvo, con ello pago aquello, me doy de baja en esto, pa-pa-pa...
Aprendes a comprar, consumir, salir a la calle y vivir con lo que tienes, cosa que antes no sabías, encuentras a los verdaderos amigos, aprendes a gestionar tu tiempo, estudias todo lo que no habías estudiado de joven, te preparas oposiciones. Aprendes a cocinar para ti o para tu familia, que tampoco antes sabías.
Todo esto sin dejar de buscar empleo. Porque la verdad, cosa que también aprendes, es que los servicios de empleo, las páginas de búsqueda, los miles de email, con los CV que envías, no son suficientes, nunca eres lo suficientemente capacitado para cualquier oferta, aunque rebajes tus expectativas y busques algo, es decir, lo que sea.
Por fin te convences que la única forma de poner fin a esta pesadilla no existe.
Porque no es una pesadilla. Es la realidad, hemos llegado a ser demasiados para los pocos puestos que hay en la sociedad y todos no podemos ser funcionarios, las empresas funcionan sin apenas mano de obra, el sistema de compensación y reparto de la riqueza generada en este país no funciona. La crisis, que se ha generado por la ambición de unos y el consentimiento de otros, la pagan siempre los mismos, los trabajadores.
Sólo queda esperar a que se haga la tarta más grande y que las migajas que caigan sean mayores.
O pasar a declararte anti-social y no creer en nada de lo que te digan los políticos, leas en los periódicos, dejes de votar y mandes a la m##### a este país, que para mal vivir te vas a Sudáfrica, Centroamérica o a cualquier país del Tercer Mundo, donde seguro que haces más falta y de seguro, te sientes realizado y feliz.
Pero somos cobardes y no queremos dejar a nuestra familia o llevarla a un lugar peor en apariencia, y nos conformamos con lo poco y malo que tenemos aquí.
Sólo espero que por el bien de los que nos preceden, modifiquemos la sociedad, para que sea más justa con los desfavorecidos, porque instrumentos y base tenemos, falta humanidad.
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