Cuando hablamos de carrera profesional parece que citamos un concepto del mercado laboral que solo afecta a los abogados, los arquitectos, los médicos y otro tipo de profesiones de alta cualificación. Como si el hecho de no usar traje y corbata fuera ya motivo para excluirte de ese concepto. Es una idea falsa.
La carrera profesional es el conjunto ordenado de oportunidades de ascenso y expectativas de progreso profesional conforme a los principios de igualdad, mérito y capacidad que tengan los trabajadores en las empresas y organizaciones donde prestan sus servicios. (Fuente: Wikipedia.)
Este es la definición aceptada conceptualmente, sobre todo en los convenios laborales, sin embargo yo te propongo una definición más simple y amplia del término.
Una carrera profesional se crea cuando dedicas la parcela laboral de tu vida a un tipo de actividad más o menos cohesionada y homogénea, indistintamente de que se desarrolle en una o en varias empresas. Puede tener una carrera profesional un profesor universitario como un camarero (pregunta cuánto puede llegar a cobrar un buen camarero, con experiencia, en un restaurante de cinco tenedores).
Un camarero profesional se formará, se preocupará por reciclarse y por mejorar profesionalmente, intentando progresar hacia un restaurante de más categoría y exigencia. Las expectativas de una carrera profesional es que, a mayor profesionalización, mejor salario, obviamente.
(Recuerda, regalado emigró y aún no ha vuelto.)
Probablemente haya tenido una formación inicial en una Escuela de Turismo. Quizás haya hecho cursos de varios idiomas o sobre protocolo. Su progresión puede ir hacia la de metre.
¿Quién te dijo que tú no puedes tener una carrera profesional? Un camionero, tiene una profesión; y una carrera profesional cuando ha dedicado su vida laboral al camión y al transporte.
Así que... tú mismo.
Pero si infravaloras tu capacidad y tu formación será porque tú quieres.
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